Bitácora semana 1

Escrito por: Juan Esteban Plaza Gómez

La primera clase de Investigación social del grupo de los martes, de 7:00 a.m. a 10:00 a.m., comenzó de forma tranquila. Juan Sebastián Cobos, el profesor de la asignatura, nos saludó y dio la bienvenida a la materia.

El maestro empezó una actividad en la cual los estudiantes debían dibujar en una hoja de papel un objeto que fuere relevante o significativo para ellos, pero no podía ser un ser vivo y contaban con 2 minutos para terminar.

Tras dar el aviso, los alumnos comenzaron a dibujar, desconociendo que pasaría con esos dibujos. El tiempo se sintió acelerado tras el aviso del profesor Cobos para detenerse y entregarle los dibujos.

El maestro comentó que repartiría los dibujos a personas diferentes a las que lo hicieron para que los estudiantes analizaran los dibujos con el objetivo de deducir cómo es esa persona basándonos en características cómo: tamaño del dibujo, la fuerza que se usó al hacer el trazo, si era reteñido o no, entre otras cosas. Al menos, eso es en lo que yo me basé para hacer mi análisis individual del dibujo que revisé.

Las conclusiones que conseguimos sacar las escribimos en el revés de la misma hoja del dibujo. Posteriormente, las hojas fueron recogidas por el profesor. Sentí que había cierta intriga por saber que tan bien hechos estuvieron nuestros análisis y si la persona que analizó nuestros dibujos acertó o no.

Mientras el maestro Cobos comentaba el dibujo, comprendí que hay mucha más comunicación en los dibujos que hacen las personas de lo que pensaba, como el tamaño del dibujo, cosa que mencioné párrafos anteriores. Hubo diversos dibujos como una consola de videojuegos, un moño, una laptop, entre muchos otros objetos.

Hay cosas que traté de deducir, como cuando apareció el dibujo de la consola de videojuegos. Relacioné aquel objeto con una infancia con considerable cercanía hacia la tecnología en general y algo de distancia con salidas a fiestas por ser una zona diferente, en cuanto al disfrute de la actividad, en el espacio. Claro son ideas basadas en un conocimiento bastante inexperto en el tema de analizar dibujos y mucho menor con la relación lo psicológico.

En ocasiones, Cobos, analizando los diversos textos escritos en las hojas, haciendo comentarios como el tamaño de la letra y su relación con que puede ser una persona introvertida o extrovertida, lo separado que se encuentras las vocales, si el escrito tiene inclinación hacia la izquierda o hacia la derecha o si es mucho texto o no, este estudio de las particularidades de las letras para saber sobre una persona lleva por nombre “grafología”.

También se mencionó en la clase como los psicólogos al momento de elegir a algún candidato, para trabajos específicos, tienen en cuenta pequeños detalles como: la forma en como escriben o dibujan, como el ejemplo que nos puso nuestro maestro en la clase. Años atrás, un Juan Sebastián Cobos más joven aplicó para la Fuerza Aérea Colombiana, demostrando ser un candidato apto para la labor tras pasar las pruebas físicas y cognitivas. Cobos se encontraba a pocos pasos para ser parte, de manera oficial, de la Fuera Aérea Colombiana. Pero, en una prueba de psicología, en la que tuvo que dibujar cómo se veía a sí mismo, como soldado, 5 años en el futuro, hizo un cambio de rumbo total, ya que el psicólogo, o la psicóloga, al notar que, en el dibujo, que contaba con aviones y con un soldado en posición de saludo, el soldado mostraba una cara triste, lo cual se dio a entender como que el joven no se veía contento con su futuro, haciéndolo recapacitar al respecto.

El tema del análisis me puso a pensar en la forma en la cual analizo, valga la redundancia, a las personas, como por la forma en la que comunican con el cuerpo, observando sus movimientos con las manos o si hacen contacto visual al hablar de cierto tema. También tengo en cuenta cómo visten enfocándome en los zapatos que usan, si están limpios o sucios, si son de cierta marca, casuales o elegantes, entre varias formas más.

Tras concluir con la actividad, se estableció la hora de llegada máximo para llegar a clase, la cual se acordó en que fuera a las 7:09 de la mañana. Cobos expresó el aprecio que tiene hacia la puntualidad por parte de los estudiantes, lo que me pareció lógico, después de todo, llegar tarde, en el mundo laboral, no es solo perder una parte de un tema, como en clase, sino que puede implicar la perdida de nuestro empleo y, en ocasiones, una expresión de falta de interés hacia lo que se dedica (no lo estoy afirmando, después de todo, no siempre es algo intencional).

La clase continuó con un video acerca de “El cono del aprendizaje” de Edgar Dale, el cual decía que “Después de 2 semanas tendemos a recordar” un:

10% de lo que leemos (Pasivo)

20% de lo que oímos (Pasivo)

30% de dibujos o gráficos (Pasivo)

50% de un audiovisual (oír y ver a la vez) (Pasivo)

70% al participar en conversaciones (Activo)

90% haciendo las cosas, simulando las experiencias prendidas, realizar presentaciones y/o enseñando. (Activo)

Tras investigar un poco acerca de esta pirámide, me encontré con artículos que cuestionan la veracidad del gráfico. La página de Work-Learning Research, describe las razones por los números son tan cuestionables.

Resulta que Dale nunca colocó porcentajes en su gráfico y, como dice la página “no se utilizó ninguna investigación para generarlo. De hecho, Dale advirtió a sus lectores que no tomaran el modelo demasiado literalmente”

La imagen original de Dale es la siguiente:

Lo que significa que, en algún momento, alguien fusionó este cono con los porcentajes, los cuales tuvieron su primera publicación por un empleado de la Movil Oil Company en 1967 en la revista Cine y Comunicación Audiovisual, el empleado no citó ninguna investigación.

Ejemplo de la fusión desinformativa:

El error no fue solo de quien fusionó esos porcentajes con la pirámide, sino que también nosotros por acetar esta información directamente si cuestionar.

En lo personal, los porcentajes pueden variar de tantas maneras dependiendo de la persona que quiere adquirir conocimiento. El “Doing” puede mejorar con la ayuda de un maestro experimentado. Los números no se pueden tomar como un porcentaje sólido y único.

Continuando, también hablamos de las “Habilidades de pensamiento de orden superior” (HOTS) donde resaltaban en la cima:

1.        Crear

2.        Avaluar

3.        Analizar

Tratamos la “Taxonomía de Bloom” y pasamos al tema de “La zona de confort”, lugar donde nos sentimos seguros y con el control, pero fuera de ella se encuentra una serie de zonas que son:

1.      “La zona del miedo” donde perdemos confianza en nosotros mismos y nos afectas las opiniones de los demás.

2.     “La zona de aprendizaje” donde lidiamos con los retos y problemas, aprendemos nuevas habilidades y extendemos nuestra zona de confort y para terminal.

3.     “La zona de crecimiento” donde conseguimos nuestros objetivos, vivimos nuestros sueños, cumplimos nuestras metas y establecemos nuevas y encontramos nuestros propósitos.

En pocas palabras, fue una clase de introducción, donde hicimos actividades de análisis, hablamos de “el cono del aprendizaje”, de Edgar Dale, conocimos las Habilidades de Pensamiento de Orden Superior, la “Taxonomía de Bloom” y “La Zona de Confort”, entre otras zonas.